Ser independiente va más allá de la libertad de poder hacer lo que se quiera y tener el dinero suficiente para pagar los propios gastos. Pues, también implica también madurez emocional y crecimiento personal. Veamos cómo desarrollarlos.
Muchas personas piensan que ser una persona independiente quiere decir tener el suficiente dinero como para no depender de nadie. Otros indican que la independencia se adquiere al poder elegir qué hacer sin pedir permiso a los demás. Ambas definiciones son correctas pero también pueden combinarse en algo que se adapte mejor a lo que realmente quiere decir “ser independiente”.
Ganar mucho dinero (o el suficiente para subsistir) a veces es algo relacionado a la necesidad y no tanto a la voluntad. Además, la autonomía debería ir más allá del saldo que tenemos en nuestra cuenta bancaria o el efectivo en nuestro bolso. Si puedes pagar tus gastos ¡enhorabuena! Pero eso no es lo único que necesitas para ser netamente una persona independiente.
En realidad, la autonomía está más relacionada a la capacidad de controlar tu vida: saber hacia donde ir, no esperar que los demás te digan qué hacer, etc. También la independencia tiene que ver con tus capacidades para solucionar las cosas, tus aspiraciones y objetivos, tus habilidades para hacer tus tareas por ti mismo sin precisar la ayuda de los demás, la manera con que miras el futuro, etc.
1. Cuides más de ti
Tanto en lo físico como en lo mental y en lo emocional. Si no te respetas a ti mismo, es imposible que disfrutes de una vida plena. Por lo tanto, si tu mente y tu cuerpo no se encuentran en un buen estado será más probable que te enfermes, estés de mal humor y sobre todo, dependas de quiénes te rodean.
2. Seas disciplinado
Esto es realmente importante porque el orden y el hecho de ser estrictos con nosotros mismos nos ayuda a hacernos cargo de las situaciones. No hay que dejarse llevar por las emociones. Cuenta con una fuerza de voluntad tal que te permita salir airoso de cualquier situación.
3. Confíes en ti mismo
Este es un paso fundamental para ser independiente. Si crees en tus habilidades, capacidades y virtudes, será más sencillo que continúes caminando por el camino hacia la concreción de tus sueños y deseos.
4. Sientas el “gusto” a la vida
Las personas que dependen de otros para ser felices no conocen las bondades de vivir. Las decisiones que toman siempre tienen que ver con los demás, no con ellos mismos. Si bien ser independiente no quiere decir ser egoísta, quizás es necesario prestar más atención a los sentimientos propios y a encontrar “la sal de la vida” en cada situación.
5. Procures encontrar el “medio vaso lleno”
Una de las características que todas las personas independientes deberían tener es el optimismo. Claro, saber que la vida es buena aunque las cosas parezcan salir mal, pero también ser capaces de alegrarnos por los pequeños detalles diarios.
En definitiva, la suma de millones de granos de arena es la que construye una playa. Lo mismo nos ocurre a nosotros con lo que nos pasa y lo que tenemos. Sé más agradecido de lo que tienes y no pierdas el tiempo ni las energías en lo que no tienes (o en quejarte por ello)
6. Aceptes que la vida no siempre es como deseas
Otra característica fundamental de las personas independientes es su capacidad para aceptar que las cosas no siempre resultarán como las han planificado. Esto los convierte en individuos con una alta tolerancia a la frustración y con una poca dependencia a los resultados inmediatos.
Por tanto, son capaces de enfocarse en los resultados a largo plazo, aprenden de las situaciones adversas y reconocen cuáles situaciones escapan de su control y cuáles no.
7. No seas ingenuo
Las personas dependientes suelen asumir como cierto todo lo que le dicen, sin cuestionar la veracidad de los argumentos que le presentan los demás. En cambio, los sujetos independientes prefieren corroborar la información por sus medios y son capaces de indagar en diversas fuentes para obtener una mejor perspectiva del asunto.
8. Aprendas a realiza las tareas del hogar
Para ser mas independientes también es importante saber lo básico vivir solos. Esto implica cocinar lavar, limpiar, gestionar las finanzas, etc. Si no eres capaz de hacer estas cosas, siempre dependerás de un tercero que las haga por ti.
9. Te conozcas a ti mismo
El autoconocimiento es una aspecto fundamental para poder relacionarnos con los demás sin desarrollar dependencias. En la medida que sabemos reconocer nuestras propias emociones, lo que queremos en la vida, lo que no nos gusta, etc., seremos menos propensos a buscar la aprobación de los demás y a buscar en los otros respuestas que solo nos conciernen a nosotros.
El hecho de ser una persona independiente significa que si bien los demás pueden dar su opinión y ayudarte en cierta actividades, tú eres el capitán de un navío llamado “vida propia”. Nadie te dará palabras de aliento si tu no lo haces. Busca la auto motivación que sea más eficaz para ti.